OJOS QUE HABLAN...(RECORDANDO DULCES REMEMBRANZAS YA ESCRITAS POR DICIEMBRE)

Ambos en pijama en el sofá. Él recostado boca arriba sobre mis piernas, tapados ambos con una manta, me mira con sus bellos ojazos y me dice cosas tan bonitas como él mismo en voz baja. Yo sólo puedo contestarle abrazándole y besándole una y otra vez y sintiéndo un nudo en la garganta y unas ganas de llorar de alegría indescriptibles.

Va oscureciendo y los cristales de la estancia están empañados. Hay reflejos de una televisión que nadie mira y el ronroneo de una gata que observa desde un rincón calentado por la estufa.

Sólo fueron veinticuatro horas pero...¿dónde hay que firmar para repetirlo una y otra vez por siempre?

Ah! Esta es la voz...si soy yo y, te amo - Gounod-Fausto (final)